De acuerdo con los resultados de estudios médicos de Austria, el gran compositor Beethoven, cuyas obras se consideran clásicos del género de la música, se convirtió en una víctima de envenenamiento por plomo. Una cantidad significativa de la sustancia tóxica contenida ambos fragmentos óseos sometidos a la investigación y el pelo de la celebridad. Si la versión original de los médicos basadas en el posible contenido de compuestos de mercurio peligrosos en el descubrimiento de fármacos, los cuales utilizan el músico durante su lucha contra las enfermedades de transmisión sexual, a continuación, un estudio más detallado ha cambiar fundamentalmente el dictamen inicial. Con el fin de establecer la verdadera causa de la muerte del gran músico empleados presentación Laboratorio Nacional de Aragón se presentaron fragmentos de hueso de cráneo de Beethoven. Un hombre de negocios de la rareza de California heredado de sus antepasados, la línea de los cuales se remonta a los médicos austriacos que trataron a una celebridad. Donar como una propiedad específica del hombre de negocios decidido en nombre de la ciencia y la búsqueda de la verdad. El cabello de Beethoven tuvo la oportunidad de comprar en una colección privada puesto a subasta. Después de un estudio detallado de los restos, los científicos fueron capaces de establecer que el contenido de plomo del material excede el nivel máximo permitido en más de un centenar de veces. Pero, ¿cómo una sustancia tan peligrosa en grandes cantidades ingiere regularmente una persona conocida y había concentrado hasta ahora sigue siendo un misterio. Hoy en día el secreto ha sido revelado, y la historia del velo completamente eliminado. Resulta que el compositor, en sus últimos años mucho molestado por el dolor en el área del pecho. El médico a quien Beethoven pidió ayuda, aplica para el tratamiento de esta enfermedad asociada a la acumulación de líquido en el departamento de mama, vestirse plomo. A pesar de que la dosis de toxina perjudicial inicialmente parecía insignificante para provocar la muerte del paciente, pero una enfermedad del hígado agrava la situación. Después del examen post-mortem de los médicos músico fueron capaces de detectar una cirrosis progresiva del hígado. En este caso, incluso pequeñas dosis de plomo son el maestro contraindicado. Este caso ilustra que el tratamiento debe ser individualizado, y conducir puede actuar como una droga, y la toxina más fuerte dependiendo de la dosis.
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8 mayo 2014